Llaves de tuercas de gran fuerza, extremadamente resistentes y de larga duración.
En una llave de tuercas la mayor fuerza durante el atornillado es recibida en la unión de boca y vástago, las llaves comunes no contemplan esta situación, pudiendo provocar la ruptura de la llave, y como consecuencia, graves lesiones en la mano.
Para reducir el riesgo de ruptura, concentramos el material allí donde se generan cargas y lo eliminamos de las zonas que no las soportan. Así obtenemos herramientas muy estables, a la vez que estilizadas y ligeras, que gracias a sus pequeñas dimensiones exteriores permiten trabajar también en espacios muy reducidos.